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martes, 15 de marzo de 2011

TODO ES POSIBLE

Confiar es la solución!!!

¿Por qué te confundes y te angustias ante los problemas de la vida?
Tu parte es hacer todo cuanto está en tus manos para tratar de solucionarlos, pero si después de hacerlo no lo has podido lograr, confía y déjame obrar a mí…
Deja de luchar y de tratar de arreglarlo todo, échate a un lado y déjame obrar a Mí. Todo ira mejor si se resuelve según mi voluntad…
No te desesperes, no ores como si trataras de exigirme y obligarme a que cumpla tu deseo. Solo dime con calma y confiadamente cual es tu necesidad y espera…
Evita toda preocupación y angustia sobre lo que pueda sucederte.
No estropees mis planes queriéndome imponer tus maravillosas ideas.
Déjame ser tu Señor y actuar con toda libertad.
Descansa en mí y deja tu presente y tu futuro, en mis manos. Lo único que necesito oír de ti es:
“Jesús, yo confío en ti” 
No seas como el paciente que le pide al médico que le cure, pero le sugiere el modo de hacerlo.
Si ves que las cosas empeoran o se complican a pesar de que estas todo el tiempo orando; detente y reflexiona todo lo que quieras, pero sigue confiando y declarando:
“Jesús, yo confío en ti”
Si logras poder confiar plenamente en Mí, a pesar de las circunstancias, de los problemas y de las angustias que se generan porque las cosas no ocurren como y cuando tu esperabas, llegará el día en que te darás cuenta de que mi propósito principal no es solamente cambiar las circunstancias que te preocupan, sino transformarte a ti, para que cada día seas un poquito más como Yo.
“Esa es mi promesa y siempre la cumplo, si solo “Confías en Mí”

¿Que Necesito?


Yo pedí  FUERZA.... y Dios me dio
dificultades para hacerme fuerte.

Yo pedí  SABIDURIA... y Dios me dio
problemas para resolver.

Yo pedí  PROSPERIDAD... y Dios me dio
cerebro y músculos para trabajar.

Yo pedí  CORAJE... y Dios me dio
peligros para superar.
                   
Yo pedí  AMOR... y Dios me dio
personas con problemas para ayudar.

Yo pedí  FAVORES... y Dios me dio
oportunidades.
                   
Yo no recibí nada de lo que pedí...
pero recibí todo lo que precisaba.
“Que nuestra vida continúe así, con Dios oyendo nuestros pedidos”

MIRÁ QUE GRAN PROMESA...

lunes, 14 de marzo de 2011

LA FELICIDAD ESCONDIDA


Un poco antes de que la humanidad existiera, se reunieron varios demonios para hacer una travesura. uno de ellos dijo:

-Debemos quitarles algo a los seres humanos, pero ¿que?

Despes de mucho pensar, uno dijo:

-¡Ya sé! Vamos a quitarles la felicidad. El problema es donde esconderlapara que no puedan encontarla.

Propuso el primero:

- Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo.

-no, recuerda que tienen fuerza; alguno podria subír y encontrarla, y si la encuentra uno, ya todos sabrán dónde está- replicó otro.

Se escuchó una nueva propuesta:

-entonces vamos a esconderla en el fondo del mar.

Otro señaló:

-No , no olvides que son curiosos, alguno podría construir un aparato para bajar, y entonces la encontrarán.

-Escondámosla en un planeta bien lejano de la tierra- propuso otro.

-No- le dijeron. recuerda que les dieron inteligencia, y un día alguno va a construir una nave para viajar a otros planetas y la va a descubrir, y entonces todos tendrán felicidad.

El demonio más veterano, que había permanecido en silencio escuchando atentamentecada una de las propuestas, dijo:

-Creo saber dónde ponerla para que nunca la encuentren.

todos voltearon asombrados y preguntaron al mismo tiempo:

-¿Dónde?

- La esconderemos dentro de ellos mismos; estarán tan ocupados buscándola afuera que nunca la encontrarán.

Todos estuvieron de acuerdo, y desde ese entonces ha sido así:

"EL HOMBRE SE PASA LA VIDA BUSCANDO LA FELICIDAD SIN SABER QUE LA LLEVA CONSIGO"

DIEZ PREGUNTAS QUE DIOS NO TE CONTESTARÁ

  1. DIOS NO TE PREGUNTARÁ QUE MODELO DE AUTO USABAS;TE PREGUNTARÁ A CUANTAS PERSONAS LLEVASTES.
  2. DIOS NO TE PREGUNTARA LOS METROS CUADRADOS DE TU CASA; TE PREGUNTARÁ A CUANTOS RECIBISTES EN ELLA.
  3. DIOS NO TE PREGUNTARÁ LA MARCA DE ROPA QUE USAS; TE PREGUNTARÁ, A CUANTOS AYUDASTES A VESTIRSE.
  4. DIOS NO TE PREGUNTARÁ CUÁL ERA TU SUELDO;TE PREGUNTARÁ SI VENDISTES TU CONCIENCIA PARA OBTENERLO.
  5. DIOS NO TE PREGUNTARÁ CUÁL ERA TU TITULO;TE PREGUNTARÁ SI HICISTES TU TRABAJO, DANDO LO MEJOR DE TUS CAPACIDADES
  6. DIOS NO TE PREGUNTARÁ CUANTOS AMIGOS TENIAS;TE PREGUNTARA CUANTOS TE CONSIDERABAN SU AMIGO
  7. DIOS NO TE PREGUNTARÁ EN QUE LUGAR VIVAS;TE PREGUNTARÁ COMO TRATABAS A TUS VECINOS
  8. DIOS NO TE PREGUNTABA EL COLOR DE TU PIEL;TE PREGUNTARA SI TE IMPORTO EL COLOR DE LA DE LOS DEMAS
  9. DIOS NO TE PREGUNTARA PORQUE TARDASTES TANTO EN BUSCARLE; TE DIRA LO FELIZ QUE ESTA DE QUE LO HAYAS HECHO
  10. DIOS NO TE PREGUNTARÁ QUE RELIGION PROFESABAS; TE PREGUNTARÁ...PORQUE NO LE ABRISTE TU CORAZON

domingo, 13 de marzo de 2011

vuelve a levantarte

Porque aunque siete veces caiga el justo, volverá a levantarse, pero los malvados caerán en el mal (pr 24:16)
VEMOS QUE EN ESTE PASAJE HAY ALGO MUY CLARO QUE ME GUSTARIA COMPARTIR CON USTEDES...ACA HABLA DE QUE CUANDO UNA PERSONA ES ELEGIDA POR DIOS ELLA AUTOMATICAMENTE CUANDO PASA POR LUCHAS Y SE CAE VUELVE A LEVANTARSE POR QUE ELLA ES DE DIOS,NO PRECISA QUE NADIE LA QUEDE EMPUJANDO DICIENDOLE LO QUE DEBE DE HACER..UNO PUEDE HASTA APARTARSE PERO UNO SIEMPRE VA A VOLVER A DIOS POR QUE DIOS ESCOGIO  A UNO...



jueves, 10 de marzo de 2011

conformada?


Más bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio ni oído oyó, que ni han surgido en el corazón del hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. (1 co 2:9)

AVECES NO CONFORMAMOS CON MUY POCA COSA,NOSOTROS TENEMOS UN DIOS TAN GRANDE QUE NOS DÁ LA CONDICIÓN DE TENER LO MEJOR DE ESTA TIERRA, EN TODOS LOS SENTIDOS,PERO POR FALTA DE MADUREZ ESPIRITUAL NOS PONEMOS BIEN CON POCA COSA Y ES POR ESO QUE DESPUES NOS DESILUCIONAMOS...
RECORDEMOS QUE HAY UNA LEGION DEL INFIERNO PUESTO LOS OJOS EN NOSOTROS TODO EL DIA PARA LLEVAR NUESTRA ALMA,NUESTRA UNCIÓN,NUESTRA SALVACION Y SACAR LA FUERZA DE LA FÉ QUE TENEMOS... NO OLVIDEMOS QUE SOMOS EL MAYOR PROYECTO DEL DIABLO...ÉL SOLO ESTA MIRANDO, UN LUGAR TAN SOLO QUE LE DEMOS Y YA ERA... FUERTE VERDAD (?)
ENTONCES MIREMOS PARA DIOS,EÉL TIENE PREPARADO LO MEJOR HASTA LAS COSAS QUE NUNCA NADIE ESCUCHO HABLAR,COSAS EXTRAORDINARIAS PARA NUESTRAS VIDAS...DEMOS LO MEJOR QUE SIN DUDA DIOS NOS RECOMPENSARÁ   :D

mirando para....

viernes, 4 de marzo de 2011

LA GUERRA NO ES NUESTRA

Y dijo: Oid, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén , y tú, rey Josafat. El Señor os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande; porque no es vuestra la guerra, sino de Dios.
Mañana descenderéis contra ellos; he aquí que ellos subirán por la cuesta de Sis, y los hallaréis junto al arroyo, antes del desierto de Jeruel.
No habrá para qué peleéis vosotros en este caso: paraos, estad quedos, y ved la salvación del Señor  con vosotros. Oh Judá y Jerusalén , no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, que El Señor estará con vosotros.
(2 Cro 20:15-17)

DIOS DIJO QUE LA GUERRA QUE PASAMOS (ES DECIR LA LUCHA QUE ENFRENTAMOS) YA SEA EN NUESTRA CASA, EN NUESTRA VIDA ESPIRITUAL,EN DONDE FUERA, NO ES NUESTRA SINO DE DIOS; ÉL PELEA POR NOSOTROS PORQUE ÉL ESTÁ CON NOSOTROS Y JAMAS NOS DEJARÁ EN MEDIO DE UNA SITUACION DIFICIL,PUEDE HASTA NO TENER SALIDA PERO EN FIN QUIEN MAS QUE ÉL QUIEN CONOCE CADA COSA Y NO HAY NI UNA HOJA DEL ARBOL QUE CAIGA QUE NO SEA PERMITIDO POR DIOS...ENTONCES MI AMIGO/A CONFIEMOS EN DIOS PORQUE AVECES EL ORO PARA TENER MAS BRILLO PRECISA SER PASADO POR EL FUEGO.
NUESTRO PROBLEMA PUEDE PARECER MUY GRANDE PERO NO TE OLVIDES QUE DIOS VA ADELANTE DE ESTA GUERRA,ÉL CONFIRMARÁ LA VICTORIA EN NUESTRAS MANOS...

LEE HASTA EL FINAL..MUY INTERESANTE

 

Aquella noche, mientras mi esposa servía la cena, tomé su mano y le dije: “Tengo algo importante para decirte”. Ella se sentó y cenó sin decir una palabra. Pude ver sufrimiento en sus ojos.
De repente, yo también me quedé sin palabras. Sin embargo, yo tenía que decirle lo que estaba pensando. Quería el divorcio. Y abordé el asunto con calma.
Ella no parecía irritada por mis palabras y simplemente me preguntó en voz baja: “¿Por qué?”
Evité responderle, lo que la enojó mucho. Tiró lejos los cubiertos y gritó: “¡No eres hombre!”. Esa noche, no hablamos más. Pude escucharla llorando. Sabía que ella quería un motivo para el fin de nuestro matrimonio. Pero no tenía una respuesta satisfactoria para esa pregunta. Mi corazón no le pertenecía más a ella, y sí a Jane. Simplemente no la amaba más, estaba apenado por ella.
Sintiéndome muy culpable, esbocé un acuerdo de divorcio, dejándole la casa, nuestro auto y el 30% de las acciones de mi empresa.
Ella quitó el papel de mis manos y lo rompió violentamente. La mujer con la que viví durante los últimos 10 años se convirtió en una extraña. Me dolió ese desperdició de tiempo y energía, pero no volvería atrás con lo que había dicho, pues amaba a Jane profundamente. Finalmente, ella comenzó a llorar frente a mí, lo que era esperado. Me sentí liberado mientras ella lloraba. Mi obsesión por el divorcio en las últimas semanas finalmente se materializaba y el final estaba más cerca ahora.
Al día siguiente, llegué tarde a casa y la encontré sentada a la mesa, escribiendo. Yo no cené, fui directo a la cama y me dormí inmediatamente, pues estaba cansado después de haber pasado el día con Jane.
Cuando desperté en medio de la noche, ella todavía estaba sentada a la mesa, escribiendo. La ignoré y volví a dormir.
La mañana siguiente, ella me presentó sus condiciones: no quería nada de mí, pero me pedía un mes de plazo para darme el divorcio. Me pidió que durante los siguientes 30 días intentáramos vivir juntos de la forma más natural posible. Sus razones eran simples: nuestro hijo tendría exámenes al mes siguiente y necesitaba un ambiente propicio para prepararse bien, sin los problemas de tener que lidiar con la separación de sus padres.
Eso me pareció razonable, pero ella le agregó algo. Me recordó el momento en que la cargué hacia el interior de la casa el día en que nos casamos, y me pidió que durante los próximos 30 días la cargase hacia afuera todas las mañanas. Yo, entonces, percibí que estaba totalmente loca, pero acepté su propuesta para no hacer mis próximos días todavía más intolerables.
Le conté a Jane el pedido de mi esposa y ella se rió mucho y encontró muy absurda a la idea. “Ella piensa que poniendo condiciones va a cambiar algo; mejor que encare la situación y acepte el divorcio”, dijo Jane, en tono sobrador.
Mi esposa y yo no teníamos ningún contacto físico hacía mucho tiempo, entonces, cuando la cargué hacia fuera de la casa el primer día, fue algo totalmente extraño. Nuestro hijo nos aplaudió diciendo: “Papá está cargando a mamá en el cuello”. Sus palabras me apretaron el corazón. Del cuarto a la sala, de la sala a la puerta de entrada de casa, debo haber caminado unos 10 metros cargando a mi esposa en el cuello. Ella cerró los ojos y me dijo bajito: “no le digas a nuestro hijo sobre el divorcio”. Moví la cabeza, aunque no estaba de acuerdo y entonces la puse en el suelo apenas cruzamos la puerta de entrada de la casa. Ella fue a tomar el autobús hacia el trabajo y yo me fui a mi oficina.
El segundo día, fue más fácil para los dos. Ella se apoyó en mi pecho, yo sentí el aroma del perfume que ella usaba. Entonces me di cuenta de que hacía mucho tiempo que no le prestaba atención a esa mujer. Ciertamente había envejecido en estos últimos 10 años, había arrugas en su rostro, su cabello se estaba poniendo fino y grisáceo. Nuestro matrimonio la impactó mucho. Por unos segundos, llegué a pensar en lo que había hecho para que ella llegue a ese estado.
El cuarto día, cuando la levanté, sentí una intimidad mayor con su cuerpo. Esa mujer me había dedicado 10 años de su vida.
El quinto día, lo mismo. No le dije nada a Jane, pero cada día era más fácil cargarla de nuestro cuarto a la puerta de casa. “Tal vez mis músculos estén más firmes con el ejercicio”, pensé.
Cierta mañana, ella estaba intentando elegir un vestido. Se probó varios, pero no encontraba uno que sirviera. Con un suspiro, dijo: “Todos mis vestidos son grandes”. Entonces me di cuenta de que ella había adelgazado bastante, de ahí la facilidad en cargarla los últimos días.
La realidad cayó sobre mi con una punta de remordimiento. Ella carga tanto dolor y tristeza en su corazón… Instintivamente, estiré mi brazo y toqué sus cabellos.
Nuestro hijo entró en la habitación en ese momento y dijo: “Papá, es la hora de que cargues a mamá”. Para él, ver a su padre cargar a su madre todas las mañanas se convirtió en parte de la rutina de la casa. Mi esposa abrazó a nuestro hijo y lo tomó en sus brazos por algunos largos segundos. Tuve que alejarme, temiendo cambiar de idea ahora que estaba tan cerca de mi objetivo. Enseguida, la cargué en mis brazos, del cuarto a la sala, de la sala hacia la puerta de entrada de casa. Su mano descansaba en mi cuello. La apreté fuerte contra mi cuerpo. Recordé el día de nuestro casamiento.
Pero su cuerpo tan flaco me entristeció. El último día, cuando la tomé en mis brazos, por algún motivo no podía mover mis piernas. Nuestro hijo ya se había ido a la escuela y yo me vi pronunciando estas palabras: “No me di cuenta de cuánta intimidad perdemos con el tiempo”.
No pude ir hacia el trabajo. Fui hasta mi nueva dirección, salí del auto apurado, con miedo de cambiar de idea. Subí las escaleras y golpeé la puerta de la habitación. Jane abrió la puerta y le dije: “Disculpa, Jane. Ya no quiero divorciarme”.
Ella me miró sin creerlo y tocó mi cabeza: “¿Tienes fiebre?”. Saqué su mano de mi cabeza y repetí: “Disculpa, Jane. No voy a divorciarme. Mi matrimonio se hizo aburrido porque nosotros no supimos valorar los pequeños detalles de nuestra vida y no por falta de amor. Ahora percibí que desde el día en que cargué a mi esposa, el día de nuestro casamiento, a nuestra casa, debo aferrarme a ella hasta que la muerte nos separe”.
Jane se dio cuenta de que era en serio. Me dio un cachetazo, cerró la puerta en mi cara y pude oírla llorando compulsivamente. Volví al auto y me fui a trabajar.
En la florería, de regreso a casa, compré un buqué de flores para mi esposa. La vendedora me preguntó qué me gustaría escribir en la tarjeta. Sonreí y escribí: “Te cargaré en mis brazos todas las mañanas hasta que la muerte nos separe”.
Aquella noche, cuando llegué a casa, con un buqué de flores en la mano y una gran sonrisa en el rostro, fui directo a nuestro cuarto, donde encontré a mi esposa acostada en la cama, muerta.
Mi esposa tenía cáncer y venía tratándose hacía varios meses, pero yo estaba muy ocupado con Jane para percibir que algo andaba mal con ella. Ella sabía que moriría en poco tiempo y quiso proteger a nuestro hijo de los efectos del divorcio, y prolongó nuestra vida juntos, proporcionando a nuestro hijo la imagen de sus padres juntos todas las mañanas. Por lo menos a los ojos de mi hijo, soy un marido cariñoso.
Los pequeños detalles de nuestra vida son lo que realmente cuenta en una relación. No es la mansión, el auto, las propiedades, el dinero en el banco. Estos bienes crean un ambiente propicio para la felicidad, pero no proporcionan más que confort. Por lo tanto, encuentre tiempo para hacerse amigo de su esposa; hagan pequeñas cosas el uno para el otro para mantenerse próximos e íntimos. ¡Tengan un matrimonio real y feliz!

miércoles, 2 de marzo de 2011

la fé

LA FÉ VÉ LO INVISIBLE, CREE LO INCREIBLE Y RECIBE LO IMPOSIBLE...
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. (HEBREOS 11.1)